Voto rogado: acusado de obstruir el voto exterior, el Gobierno reconoce preocupación
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha reconocido hoy en el Congreso de los Diputados que las medidas tomadas por el Gobierno para facilitar el voto a los españoles en el extranjero «no han sido suficientes», por lo que «seguirá trabajando» para simplificar el procedimiento de cara a próximas citas electorales.
Margallo ha respondido así en la sesión de control al Gobierno, en respuesta a una pregunta del diputado de IU Gaspar Llamazares sobre las dificultades que nuevamente han encontrado los españoles residentes en el extranjero para ejercer su derecho de voto en los comicios autonómicos del pasado domingo.
Llamazares ha calificado de «escándalo» desde el punto de vista electoral esta situación y ha subrayado que «no es abstención sino obstrucción», ya que en algunos casos «tienen que ser héroes» para poder ejercer ese derecho.
El ministro recordó que la ley electoral fue reformada en abril de 2011 y que tras ello se constató una «drástica» disminución de la participación de los electores en el extranjero, que pasó de superar el 30% a situarse por debajo del 5%. «Es algo que nos preocupa y nos ocupa». Enumeró medidas que el Gobierno ha puesto en marcha para aligerar el procedimiento de voto de los residentes en el exterior, como la posibilidad de cursar la solicitud de voto por internet, la extensión de horarios en los consulados o el establecimiento de valijas diplomáticas extraordinarias o de mensajería urgente. «Estas medidas no han sido suficientes. Seguiremos trabajando para la próxima cita electoral», aseveró el ministro.
«Cáncer para la democracia»
Esta semana, el secretario general del PSOE Lausanne y exportavoz del PSOE Europa, Marco Ferrara, volvía a exigir la derogación del voto rogado y el restablecimiento del derecho a voto municipal de los residentes en el exterior, pidiendo un punto final al «menosprecio» que sufre la ciudadanía española en el exterior.
El PSOE Europa se opuso al voto rogado ya antes de su implantación hace 4 años, enfrentándose al entonces vicesecretario general de su propio partido, José Blanco, que decidió la medida junto al PP. En su día, Ferrara llegó a calificar el voto rogado de «cáncer para la democracia» y su federación alertó sin éxito sobre la reducción de la participación que supondría. Al dejar el liderazgo del PSOE en febrero del 2012, Zapatero reconoció el error de su dirección y se disculpó. Desde entonces, a pesar de las reiteradas solicitudes del PSOE, de IU y de la Marea Granate, el gobierno del PP ha rechazado restablecer el voto exterior.
Vídeo:
Pregunta de Llamazares a Margallo sobre voto rogado (RTPA, 27.05.2015)