En invierno, Suiza despliega uno de sus mayores encantos: el manto blanco de la nieve que cubre las montañas. Esta imagen bucólica es fuente de turismo procedente del extranjero, pero también de mucha actividad de la población residente en el país, que aprovecha los fines de semana y días de vacaciones escolares para escapar de la ciudad y gozar de las cumbres soleadas. El territorio helvético cuenta con más de 240 destinos para deportes de nieve como el esquí de pistas, el snowboard, el esquí de fondo, el trineo y el senderismo invernal. En algunos lugares también hay posibilidades para la bici de nieve, existen parques lúdicos con toboganes, además de instalaciones para el tradicional patinaje sobre hielo.
Suele ser posible alquilar material (esquís, bastones, botas, snowboards) en cada destino de montaña, pero de forma general es más ventajoso hacerlo en tiendas de deporte ubicadas en las ciudades. En función de la cantidad de veces que se pretende esquiar, conviene reservar el material deportivo para todo el invierno. Es imprescindible dotarse de ropa técnica adecuada, guantes de esquí/snowboard, casco de esquí, máscara de esquí o gafas de sol: el alquiler de ropa es posible en algunas tiendas, aunque es recomendable invertir al menos en prendas y accesorios, que son personales.
Varias compañías de transporte público proponen ofertas combinadas que incluyen el viaje y el acceso a las pistas para todo el día.
En las estaciones de esquí es corriente que exista una sucursal de la Escuela suiza de esquí, que desde 1932 propone una formación de calidad tanto a jóvenes principiantes como a adultos que nunca hayan intentado el esquí o el snowboard. Un instructor oficial también ayuda a mejorar el nivel y evitar errores. Actualmente están presentes en 172 localidades.
Herramienta útil:
Parte de nieve